miércoles, 21 de mayo de 2014

Nürburgring dia 3 y 4 (Marc's version)

Empiezo a abrir los ojos… 06:45. Con unas ganas locas de volver al ruedo, despierto a Frankie y me meto bajo la ducha. Chequeo que todo esté bien, dientes en su sitio, cabeza, vale Marc sigues estando en Nürburgring y te queda todo un día por delante. Salgo del baño, y veo que Frankie entra escopeteado, también tiene ganas el chaval. Mientras él se ducha, miro por la ventana y ya a esas horas se vislumbraba un día perfecto, ni una nube, ni viento  ni calor extremo (aunque eso allí no lo deben vivir nunca). Sin darnos prisa el uno al otro en 15 minutos ya estamos en dirección al desayuno. Por el camino, nos paramos a observar los dos preciosos Skyline ingleses que hay en el parking, los dos en modo guerrero con varias heridas cosidas a base de bridas. También un Evo VII, un Integrale que parece recién salido de fábrica y dos Porsche 911…

Imagen 1: Disculpad pero no hicimos ninguna foto del parking del Hotel, hemos decidido colgar esta sacada del mismo hotel en google, para que veáis por dónde van los tiros.


Desayunamos viendo una parte del GP de China de F1 (Donde han quedado aquellos duelos con Michael Schumacher de protagonista contra Hakkinen, Villeneuve o Montoya!!!!) y después de saludar a unos chicos de nuestra tierra que conocimos el día anterior en el ring, fuimos a prepararlo todo. Cámaras cargadas, chaquetas, dinero, móvil, etc. Salimos de la habitación en dirección al coche y ya se oyen los primeros rugidos de motores zumbando por la recta de Hocheichen a la que da el hotel .
Frankie coge a la pelotilla y nos vamos a dar una vuelta para que se ponga caliente, a diferencia de nosotros que solo necesitamos ver un monumento en movimiento, el pequeñín necesita un poco de rodaje. A nosotros nos va perfecto, ya que observamos a todos los coches que vamos a adelantar (jajaja) y disfrutamos del sonido que desprenden.

Pasados los 85ºC, vamos rápido a la cola (aún teníamos dos vueltas del día anterior) e intentamos entrar con el mínimo tráfico posible. 

 Imagen 2: La entrada al circuito

Vuelta de copiloto

Estamos en la cola a dos coches del peaje  y rápidamente me doy cuenta de que los madrugadores son los que vienen a darlo todo. Puedo ver infinidad de Porsche y BMW preparados  y como no, el mítico golf MK2 de color blanco y rosa con un kit aerodinámico bastante tunero que aparece en el 80 % de los videos del youtube.
Cuando te sientas al lado de Frankie, tengo una sensación doble. Por una parte confío mucho en él porque sabe lo que se hace al volante, pero por otra parte me sale la vena del y si….

Empieza la vuelta con la recta en subida un poco de izquierdas donde se viaja a bastante velocidad. Como siempre antes de que él lo haga y al verme encima de la curva, intento pisar un freno  invisible que tengo a mis pies que para variar no funciona. Coge las primeras curvas con confianza  (después de ayer, estas ya se las conoce) y veo como nos acercamos a un hermano mayor nuestro (Astra OPC), hasta que llegamos a la recta a la que da el hotel, donde además de perderle da vista nos pasan 3 obuses enfurecidos (M3 e36, Porsche GT3 i Civic TypeR). Pasamos por el mítico salto en subida donde en los videojuegos de conducción tanto cuesta controlar el vehículo y, después de una curva de derechas que se coge prácticamente al 90% con la pelotilla, llegamos a una zona bastante recta donde me tranquilizo y miro para atrás a ver si viene alguien más.

 Imagen 3: Un Corsa B GSI volando por Nurburgring, jeje.

A lo largo del circuito, hay varias zonas donde vuelvo a tener las ganas de pisar el freno, varias zonas donde Frankie recorta espacio a coches de un nivel infinitamente superior y también son varios los misiles que pasan volando por nuestra izquierda.
Se acaba la vuelta y nos dirigimos al bar para tomar un descanso antes de ponerme al volante. Mientras observo la pasarela de Porsches, M3 y M1, mi cerebro no para de pensar en aquellas curvas en las que se puede correr más, en ser suave con el volante y con el deseo de poder hacer una vuelta  lo más limpia posible.

Vuelta de piloto


15 minutos más tarde, ya estoy en el peaje. En ese momento tienes una sensación mágica y piensas: buaaaaah!!! 20 kilómetros por delante para disfrutar como un loco!!! Pero a la vez te invade la sensación de responsabilidad que conlleva estar en ese circuito, con el muro tan y tan cerca el 90 % de la vuelta, la mezcla de coches rápidos con los no tan rápidos y el que viene a pasear con su R8 y sobretodo las motos, a las que un mínimo despiste tuyo o suyo le puede significar salir directamente en una caja. Sinceramente creo que para rodar con una moto en Nürburgring, los tienes que tener muy bien puestos o  estar un poco “payá” (y lo dice uno al que le encanta ir en moto) y aunque que cuando te fijas bien ves que la mayoría solo adelanta por la izquierda, sigue siendo muy peligroso.

 Imagen 4: Foto sacada desde dentro del vehículo.

La sensación de conducir en ese circuito es realmente orgásmica, cada zona del circuito te supone un reto incomparable comparado con lo probado anteriormente. El trayecto de 20 km, (comúnmente llamado “bridge to gantry”) se convierte en un lapsus mental temporal donde solo piensas en trazar de la mejor manera posible y pegar un ojo al retrovisor para dejar pasar a los que juegan en otras ligas. Durante ese instante (ya que eso es la sensación que te da en cuanto a duración) el comportamiento de la pelotilla es excepcional, se agarra a cada curva sin morrear ni culear en ninguna de ellas como si fuera lo último que va a hacer en la vida y te permite un buen margen de acción. Su frenada es también muy buena y se notan mucho las pastillas EBC bluestuff, que le dan un tacto muy progresivo pero a la vez reactivo que permite frenar tarde sin ningún problema. Lo que más nos sorprendió positivamente sobre los frenos fue que se gastaron poco después de todo el trote.
Dimos una vuelta más por la mañana cada uno y fuimos a comer a la misma curva que el día anterior, un Frankfurt y una coca-cola (ya que por la tarde tocaba más)

Imagen 5: La segunda mejor “terraza” del mundo. :P 


Teníamos planeado dar sólo una vuelta pero al ver que era domingo y la mayoría de la gente empezaba a marchar hacia las 6 decidimos hacer una última cada uno con menos tráfico. El sol había caído mucho y fue muy bonito dar esa vuelta ya que se veía todo diferente por la luz.

Aunque las vueltas en el cerebro pasen volando y casi sin dar-se uno cuenta, el cuerpo no piensa lo mismo y después de la 4ª vuelta del día, ya no teníamos energía para nada más que para cenar. Fuimos al mismo restaurante que el primer día, ya que resultaba ser el mejor de la zona por ambiente y comida y nos volvió a encantar… Que carne y que bien hecha!!!!! Para un enamorado de la comida como nosotros terminar el día y la aventura así fue increíble. 

 Imagen 6: Como se cuidan los alemanes, saben vivir bien.


Ahora quedaba lo peor… la despedida… No hubo ningún momento del viaje en el que no parara de pensar como me lo podía montar para irme a Alemania a trabajar, para poder disfrutar de esta obra de ingeniería maléfica y retorcida más a menudo… y aún pienso en ello de vez en cuando (sobre todo cuando miro  vídeos  en youtube de alemanes peleándose con su coche para bajar 3 segundos al crono).
Realmente, es la experiencia más recomendable para cualquier amante de los coches y el motor en general y lo recomiendo a todo el mundo.
Otra cosa que he visto en este viaje y que quería constatar, es que los alemanes son increíbles. Tienen autopistas sinuosas sin límite de velocidad (el estado recauda impuestos por la mayor venta de coches potentes), pueden llevar los coches con todo tipo de modificaciones siempre que cumplan unas normas de seguridad (existe una industria de piezas aftermarket muy grande), tienen mucha más nieve, tienen periodos de niebla por todos de sobra conocidos en invierno por las noticias  y, sorprendentemente el índice de siniestralidad es el mismo que aquí (datos del 2012). ¿No significa eso que estas leyes de reformas de vehículos no sirven para nada? Y con el dinero que sacan aquí en peajes al menos podrían construir autopistas aptas para que la gente pueda conducir a su ritmo, en vez de gastárselo en helicópteros y demás inventos para jodernos.



Imagen 7: El coche se vuelve con esta pegatina, bien merecida. Esperamos que por mucho tiempo.


3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. jajajaja! merci tiu! aviam si anem a fer unes voltes a un circuit un dia amb el golf aquest estiu!!!! i si necessites alguna ajuda per posar bons frens o latiguillos o algo diga-ho i ho mirem, que el teu cotxe segur que va bé! Que vagi bé!

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  2. Super buen relato del viage y un blog que me apunto en marcadores para seguir, seguid asi y a darle gasto al corsilla!!

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